martes, 13 de abril de 2010

Crónica del día. 13/04/2010

Por la mañana fui a Polanco a recojer un pase para la premiere de la cinta "El Último Camino" con Viggo Mortensen y Charlize Theron (el cual por cierto truculentamente logré que fuera doble) para hoy a las 8 pm, y después de algunas peripecias en el centro históico donde por cierto al fin conseguí unas plumillas Jazz III con antiderrapante (una de ellas cortesía de mi novia, Dania Rojas) y al módico precio de $8.00 cada una, ya más entrada la hora me encaminé a casa de mi amigo Karlos Días (alias "El Tata"), quien se animó a unírseme en dicha empresa cinéfila.

Cuando llegué lo encontré tocando unas cuantas melodías en la flauta, y después de que salió con un pequeño tanque de aprox. 400 ml de agua nos encaminamos a el metrobús Amores, para de ahí transbordar (no sin problemas de encontrar cuál dirección era cuál) y dirigirnos a Perisur. Accidentalmente llegamos al vagón de mujeres, pero no hubo objeción alguna incluso después de que las damas en cuestión se dieran cuenta que nos dimos cuenta, así que nos quedamos por ahí sentados (iba bastante vació, tanto esa sección como el resto), admirando el paisaje.

Así llegamos a la estación Perisur y como no sabíamos exactamente cómo ingresar a la plaza desde ahí, seguimos el instinto y llegamos a un Wal-Mart, donde aproveché para comprar unos cigarros y, por petición de mi congénere, un agua en vez de un refresco. Hecho esto encontramos el Liverpool a la distancia y decidimos que esa era la dirección correcta. Ya en la plaza, al ver que teníamos unos minutos libres antes de la función decidimos buscar el Veerkamp o en su defecto Sala Chopin, pero encontramos pura madre, pues cual fue nuestra sorpresa al ver que ya no son parte de dicho centro comercial... Y a eso de las 7:30 llegamos al cine:

Manuel- Disculpe señorita, para la premiere?
Srita- Cuál? La de Furia de Titanes?
Manuel- no, la de El Último Camino
Srita- Uy, pero esa todavía no sale, sale hasta el viernes
Manuel- No, pero venimos a la premiere
Karlos- (Simultáneamente) No, es hoy la premiere
Srita- ... (balbuceos a la distancia)

Mientras comentaba lo anterior y justo antes de los balbuceos me percaté de mi reverenda sandez... La premiere de "El Último Camino" es el Jueves 15 de abril, y así lo dice el pase que había traído en el bolsillo todo el día...

Sin más por hacer, decidimos rondar la plaza en busca de una potencial compañera de juegos para mi acompañante, viendo ocasionalmente prospectos, no sin el atinado comentario de el antes mencionado: "ps está chida, aunque de la cara no tanto, pero ps un par de soplamocos y listo". entre muchas, pero muchas risas de su irreverente, y aunque satírico en su totalidad, bastante habitual comentario, surgió mi malévola idea: entrar a la premiere que exhibían hoy. ¿Cómo hacerlo?

Nos acercamos a la sala adecuada, con la actitud adecuada, caminando como diría el buen Rodrigo Mondragón (alias "El Roko"): "con los huevos por delante" y con uso de mi tremendo carisma y labia sin precedentes, me apalabré con el encargado, y sin mucha complicación, entramos. Nos dieron unos lentes muy al estilo Woody Allen, o como de banda indie, y fue entonces que me percaté que dicha función era en 3D. De momento no presté mucha atención a esta nueva experiencia, pues llamó más mi atención que ya dentro notamos la sala con prácticamente todos los asientos ocupados, a excepción de las dos primeras filas, vacías en su totalidad, y algún otro por ahí desperdigado, pues además no cabe la cordura suficiente en la gente de no dejar lugares vacíos al ver una función abarrotada. Le sugerí al buen amigo:

Manuel- Pues nos sentamos en esa, wey
Karlos- Nooo, no mames, nunca has visto una 3D en primera fila? Te mareas cabroncísimo
Manuel- No, ps nunca he visto una 3D, pero ps quédate aquí y me lanzo a ver si hay algún par vacío más arriba.

Me encaminé por las escaleras laterales hacia tierras más elevadas, aguzando la vista aquí y allá en espera de un ápice de suerte, y al llegar como a la mitad de la escalinata noté que en el fondo, allá en la última fila, había una mujer de no muy mal ver acompañada de otras personas, ella haciendo señas con la mano, como saludando, en mi dirección. Por supuesto, al no reconocer a dicha fémina no presté mucha atención, pues supuse que hablaba con alguien más, aunque ella insistió, señalando el lugar a su lado. Entonces le hice una seña como de: "qué pedo?", y ella siguió, señalando el lugar. volví a hacer una seña, esta vez intentado decir "Me hablas a mí?" y ella asintió con la cabeza. Todavía en mi incredulidad volteé la vista para encontrar que estaba absolutamente solo en la escalera. Así pues me aproximé un poco, extrañado y curioso de semejante desplante, y fue entonces cuando por fin oí su voz: "Aquí hay dos lugares libres!". No entendía muy bien lo que pasaba, pareciera que me conocía, hasta parecía que los estaba(n) apartando... Me acerqué más, ya pasando entre la gente de la fila, y cuando estaba muy cerca sucedieron un par de cosas:
a).- ella dijo: "estos dos lugares están libres!" (señalando el lugar a su derecha y uno más en la misma dirección).
b).- Noté que, en efecto, ni era una chica de mal ver, y que definitivamente no la conocía.
c).- sentado a su izquierda, asintiendo con una sonrisa estaba Eugenio Derbez. Cabe decir que a dicho sujeto en mi vida lo he tratado personalmente.

Seguía sin entender ni un carajo de la situación, no sabía si tenía algo que ver con mi apariencia, con su bondadoso corazón, o tal vez si en el fondo la chica y/o Eugenio Derbez son metaleros (pues hoy llevo una playera del Festival Loud n Louder) pero como había obtenido como caído del cielo exactamente lo que necesitaba, no puse objecion y sólo contesté: "Muchas gracias! Que amable". Con un gesto de la mano le avisé a mi compañero (quien volteaba desde su butaca en la segunda fila en mi dirección algo extrañado) que la búsqueda fue un éxito, y que lo esperaba un lugar libre de malestares equilibro-oculares.

De la película (que empezó un par de minutos después) no hablaré mucho, pues esa es harina de otro costal, pero sí puedo decir que me costó algunos minutos acostumbrar la vista a los lentes Allenescos, aunque sus efectos secundarios fueron prácticamente nulos.

Al salir de la función, la amable chica con su gracioso compañero y otro par de muchachas que les seguían se retiraron sin decir mucho (aumentando la incógnita, a la cual, por cierto, no le presto más atención, pues es común en mi haber el que inverosímiles situaciones se presenten día a día).

Seguimos nuestros pasos para salir de la plaza y llegar al metrobús, ya algo cansados pero más que eso, hambrientos, aunque como ambos andamos bien brujas, pues decidimos ir diecto a nuestras respectivas moradas, hablando de comidas, de lo nutritiva o dañina que era mi alimentación habitual y derivando en: ¿Qué chingados es un tepalcate?. Claro, en ese momento pensamos que era algún delicioso alimento, incluso apostamos al respecto, aunque al salir nos dimos cuenta que seguramente son unas pinches vasijas. De Amores nuevamente caminamos, haciendo otra apuesta sobre la distancia que hay sobre Gabriel Mancera desde Amores hasta Obrero Mundial, (apuesta que perdí, pues al llegar pude ver gracias al Google Earth que es mucho más de lo que ambos imaginábamos), también debaitendo un poco sobre cuánto es exactamente un metro. Conté los pasos resultando 286, aunque la metrica es de 251.

Y heme aquí, disponiéndome a unos cuantos platos de cereal antes de la hecatombe que me espera en el arenero de mis dos pequeños peluches de baja calidad (Ace y Shanks), de la jaula de la pequeña Manon quien en su roedora naturaleza la deja hecha, literalmente, un cerro de mierda, y de los pelos por eliminar. Deséenme suerte, la necesitaré @_@

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